A la hora de hablar de heridas emocionales no nos estamos refiriendo en exclusividad a los daños que pueden habernos hecho segundas personas, también nosotros somos responsables de muchos de esos vacíos, de esas limitaciones personales.
Hay pensamientos que hacen daño.
Siente tus emociones y gestiónalas de modo adecuado, porque de lo contrario te convertirás en una máscara muy alejada de como tú eres en realidad. El crecimiento personal requiere ser valiente e íntegro con uno mismo.
¿Qué herida te falta sanar?. Elige entre la carta 1, 2 o 3 y a continuación encuentra su consejo.
Carta nº1
La injusticia es una herida profunda que muchas veces aparece en tu vida y no te deja ser 100% feliz, porque te pones rígido y autoexigente, ya que no quieres fallar en nada.
Sería muy hermoso que la sanaras, ya que te permitirá darte cuenta que eres un ser humano maravilloso, que no existe la perfección, que los demás te aman tal y como eres y que si fallas o cometes errores, es parte de la vida, lo que nos hace más humanos y listos para darnos cuenta que lo que tenemos, es lo que merecemos.
Carta nº 2
La traición es una herida que aún sangra en tu corazón y en tu alma. Para que no te vuelva a ocurrir, quizás ocupas las herramientas del control y de la coraza. Controlas todas las situaciones, para que nadie te vuelva a herir, y usas una coraza y así nadie te conoce realmente.
Es importante que te des cuenta que ya no es necesario andar a la defensiva, porque ya aprendiste, ya no eres esa persona que sufrió esa traición: creciste y aprendiste.
Abre de a poco tu corazón, mira al otro con buenos ojos, y verás cómo te sorprenderás de encontrar buenas personas en tu camino. Ten fe en ti y en los demás.
Carta nº3
La herida que aún arrastras en tu corazón es la del abandono, que es probable que venga de tu niñez.
Quizás cuando pequeño sentías que no te tomaban en cuenta, que eras dejado de lado.
Haya sido así o no, llegó la hora de sentirte parte de la vida, que tienes derecho a todo, que debes abrazarte todos los días, sobre todo apenas te despiertes, y darte cuenta que mucha gente te ama, que tienes todo el mundo a tus pies y que el Padre te ama tal como eres. Ya no estás solo, te tienes a ti mismo, y eso es para siempre.